Con el boom de Hamilton en Broadway y la creciente fama de su creador Lin-Manuel Miranda, llegó a Londres su
primer espectáculo, In the Heights, que ya ganó el Tony al Mejor Musical en 2008.
Estrenado en Londres en octubre
de 2015 y ganador de tres premios Olivier, se hospeda en el King’s Cross Theatre hasta enero de
2017. Este nuevo teatro se sale de lo que estamos acostumbrados a ver en cuanto
a recintos para espectáculos en Londres. No es un teatro al uso, ya que se
encuentra sobre las vías de tren de la propia estación de King’s Cross. Ahora
mismo alberga dos espectáculos: In the
Heights y The Railway Children
(en la que se aprovecha la vía del tren para introducir en el escenario una
auténtica locomotora de vapor). Las cerca de 1.000 butacas se sitúan a ambos
lados de la vía, es decir, en los andenes. Esto hace que el escenario quede en
el centro del recinto formando un rectángulo, con espectadores a un lado y a otro, lo cual supone un reto tanto en lo
escenográfico como en el propio trabajo de los actores que deben enfocar su
interpretación hacia ambos lados.
Foto: Johan Persson |
Al teatro se accede desde una
entrada un tanto extraña, la taquilla o box
office es literalmente una caseta, y hay que atravesar una especie de
pasadizo hasta entrar en el recinto. Lo primero que vemos es el bar, donde se
encuentra también la tienda de productos del musical. Desde aquí salen dos
puertas, por donde entraremos a la sala dependiendo de en qué andén estén
nuestros asientos. La sala resulta un tanto pequeña, en comparación con los
teatros a los que estamos acostumbrados, pero a la vez produce una sensación de
intimidad también muy apropiada para este espectáculo.
Estamos en primera fila, así que
el personal nos advierte de que los bailarines pasarán por delante nuestro, así
que debemos tener cuidado con los pies y con dejar bolsos o chaquetas. Como era
de imaginar, no hay telón, así que podemos ver ya los edificios de una de las
calles de Washington Heights: el salón de Daniela, la compañía de taxis de los
Rosario y, por supuesto, la “bodega” de Usnavi.
En esta nueva producción
encontramos numerosas diferencias respecto a la original de Broadway. Tiene un
aspecto más actual, más moderno, sobre todo en
lo que respecta al vestuario. También en lo escenográfico, pues como ya he
mencionado, el escenario de este teatro no es el usual. Pero los elementos
esenciales son los mismos, la historia es imperecedera y los ritmos de fusión entre
salsa, hip hop, RnB, merengue, soul… nos
siguen emocionando como el primer día. Se echa de menos una mayor participación
de intérpretes hispanos o latinos, ya que el español tiene mucho protagonismo
en el musical y no siempre resulta realista escucharlo con acentos anglófonos.
Foto: Johan Persson |
Las expectativas en este espectáculo
son altas, ya que se trata de la ópera prima de Miranda, donde él mismo dio
vida a Usnavi, haciéndolo aún más personal. Parece difícil imaginarse a otra
persona en los papeles de Usnavi o Alexander Hamilton, pero lo cierto es que Sam Mackay ha sabido hacer suyo el
personaje, de forma que no eches de menos a Lin-Manuel. Que ya es mucho decir. Sam
se lleva el personaje a su terreno, demostrando con sus versos sus dotes para
el hip hop, y mostrándonos un Usnavi cariñoso, inocente y algo
torpón.
Gabriela García en el papel de Nina
está absolutamente maravillosa. Diría que bastante más realista que lo que
podía ser Mandy González en la producción original. Una joven que acaba de
volver de su primer año en la universidad, muy dulce, frágil y aún muy dependiente
de sus padres, que intenta buscar su lugar en la vida. Se agradece el aporte
latino de Gabby, de nacionalidad mexicana, y su calidez y cercanía.
David Bedella como Kevin
Rosario, padre de Nina y dueño de la compañía de taxis. Qué decir de este
hombre, un viejo conocido en el West End.
Arun Blair-Mangat fue también de los que más me gustaron. Su voz
fina y cautivadora te hace caer a los pies de Benny, un chico no latino que trabaja para los Rosario y que se
enamora de Nina. La química entre ambos era palpable.
Norma Atallah, también con numeroso recorrido musical en Londres,
interpreta a Abuela Claudia, y nos
deja sin palabras en su canción “Paciencia y Fe”.
Todo el elenco desempeña su papel
a la perfección, compaginando las canciones de toda la compañía con las
agotadoras coreografías. Quisiera destacar también la pareja Daniela-Carla (Aimie Atkinson y Stephanie Rojas, respectivamente) por sus dotes humorísticas y buen
feeling entre ellas. Realmente
divertidas las dos. Sarah Naudi
correcta en su interpretación de Vanessa, aunque no es un personaje con el que
yo personalmente conecte demasiado. Y finalmente, muy bien también Damian Buhagiar como Sonny es eléctrico, aportando juventud
y frescura. Sin duda les gustó mucho a las adolescentes que tuve que sufrir a
mi lado en la primera fila.
Foto: Johan Persson |
He disfrutado sumamente de este show, cada canción, cada baile. El sonido, traído de la mano de mi buen amigo Rubén Gómez, es estupendo y me gustaría aprovechar esta ocasión para felicitarle por sus éxitos.
La experiencia en este teatro ha
sido realmente positiva, pudiendo haberlo visto en primera fila, aunque creo
que desde cualquier butaca se vería a la perfección ya que los asientos están
escalonados, evitando que tengas molestas cabezas delante, y dado que no hay
demasiadas filas. Entre las desventajas tengo que mencionar que al estar al
aire libre prácticamente, hay momentos en los que se cuelan ruidos del
exterior, que pueden hacerse realmente molestos.
Mis números favoritos:
- “Breathe” – Nina vuelve a casa
- “96,000” - ¿Qué harías si ganaras la lotería?
- “Paciencia y fe” – Abuela Claudia nos cuenta su historia como inmigrante en Nueva York
- “The Club” – por sus bailes que recuerdan a West Side Story
- “Sunrise” – de nuevo, el amor “prohibido” surge entre los jóvenes protagonistas, al más puro estilo West Side Story
- “Carnaval del Barrio” – la fiesta en Washington Heights, liderada por Daniela. Muy top.
Foto: Johan Persson |
In the Heights estará en
el King’s Cross Theatre hasta el 8 de enero de 2017. No pierdas la ocasión de
verlo si visitas Londres. Verás un espectáculo diferente a otros clásicos
londinenses y fliparás con sus ritmos latinos, poderosas coreografías y grandes
interpretaciones de sus protagonistas.
Además, si tienes menos de 25
años, aprovecha porque tienes las entradas con un increíble descuento (a 15 y
25 libras las más caras).
LMS
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